La tarta ucraniana de albaricoque o pennik es rica en vitaminas y fácil de cocinar.
Ingredients
Clara de huevo 8 piezas
Albaricoque 500 gr
Azúcar 200 gr
Mantequilla 0.5 cucharilla
Pan rallado 1 cucharra
Agua 1 vaso
Ácido cítrico al gusto
Stages of cooking
1
Lava los albaricoques. Ponlos en la cacerola, cubre con agua y cocina a fuego lento hasta que estén listos (los albaricoques deben suavizar).
2
Frota los albaricoques cocidos por el tamiz y combínalos con el azúcar y ácido cítrico.
3
Bate la clara de huevo en espuma rígida y combina cuidadosamente con albaricoques frotados. Pon la mezcla en el molde para hornear, engrosado con mantequilla y espolvoreado con pan rallado.
4
Hornea el pennik durante 30 minutos en el horno precalentado a 180C. El pennik terminado podría ser espolvoreado con azúcar en polvo.
Descubre los secretos de la típica cocina ucraniana
Instalar nuestra aplicación única, diseñada para tu dispositivo, y aprovéchate de las recetas más apetitosas de los platos ucranianos.
Junto con el borsch al que acompañan, las pampushkas son el símbolo de la cocina ucraniana. Ellos poseen un sabor impecable y aroma inmejorable que no deje indiferente a nadie.
Las pampushkas representan unos pequeños pedazos de pan sin relleno cubiertos con la salsa de ajo. Es el ajo que les transmite su sabor y aroma extraordinaria.
El nombre “pa
Los knyshi son deliciosos y aromáticos bollos con rellenos, muy populares a través de Ucrania occidental. Su relleno varía mucho que puede ser rellenos de requesón o mermelada, cebolla dorada o chicharrones... El bryndza, puré de patatas, el queso o el repollo se usan como relleno en cocina hutsul.
Cada uno quien ha leído el clásico ruso Nikolái Gogol, recuerda como uno de los personajes de su obra “Veladas en un caserío de Dikanka” se comió los vareniki con crema agria que andaban volando a su boca. Aun los tradicionales vareniki ucranianos no tienen tales capacidades sobrenaturales, sin embargo, su sabor os hará pensar en la magia de la gas
Cada uno quien ha leído el clásico ruso Nikolái Gogol, recuerda como uno de los personajes de su obra “Veladas en un caserío de Dikanka” se comió los vareniki con crema agria que andaban volando a su boca. Aun los tradicionales vareniki ucranianos no tienen tales capacidades sobrenaturales, sin embargo, su sabor os hará pensar en la magia de la gas
