Cada uno quien ha leído el clásico ruso Nikolái Gogol, recuerda como uno de los personajes de su obra “Veladas en un caserío de Dikanka” se comió los vareniki con crema agria que andaban volando a su boca. Aun los tradicionales vareniki ucranianos no tienen tales capacidades sobrenaturales, sin embargo, su sabor os hará pensar en la magia de la gastronomía ucraniana.
Muy a menudo los vareniki ucranianos comparan a los pelmeni rusos y raviolis italianos. Pero la principal diferencia consiste en la masa que se usa. Los tradicionales ucranianos no pueden ser de vigilia, ya que siempre se añade el kéfir y los huevos.
¿Qué representa un varenik? El mismo Nikolái Gógol escribió que en los caseríos solían hacer los vereniki de tamaño de un sombrero. Claro que es una hipérbole. El varenik clásico es de 10 cm, y a diferencia de pelmeni y ravioli tiene la forma de media luna.
Se puede utilizar el distinto relleno. Pueden ser las patatas, repollo, carnes, tocino, queso salado y dulce, calabazas, guindas, entre otros. El relleno se lo envuelve en la masa y se los hierven a eso de cinco minutos. Sirven con crema agria.
Pese a ser el plato más típico ucraniano, es muy conocido por todo el mundo. En homenaje al sabor extraordinario y impecable de los vareniki, han instalado los monumentos al verenik en distintos partes del globo terráqueo. En particular, tales monumentos están en Canadá y Rusia.
Ingredients
Aceite vegetal 1.5 cucharra
Guindas (frescas / congeladas) 250 gr